sábado, 29 de septiembre de 2012


CATALUNYA, UN NOU ESTAT D'EUROPA




Vivimos estos días en España un nuevo envite del nacionalismo independentista en Catalunya. Los grupos anticatalanistas más reaccionarios, a saber Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), más adelante explicaré por qué los califico de anticatalanistas; han lanzado un órdago al Estado para que permita que, en virtud de sus intereses partidistas y secesionistas, puedan dar comienzo a un proceso de independencia.
Estos partidos nacionalistas, que como todos los nacionalismos políticos, buscan la confrontación a base de tergiversar la realidad para tapar sus vergüenzas de mala gestión y corrupción, y echar la culpa de los problemas de Cataluña a otros; han conseguido caldear el clima de convivencia familiar que existía entre la mayoría de catalanes y el resto de españoles. En nombre de los derechos “ancestrales” de Catalunya, y tras envolverse debidamente en la Senyera, no dirigen a Catalunya y a España más que al desastre. Por eso los llamo anticatalanistas (antiespañolistas ya sabemos que son), y me explicaré:
Cataluña es una de las CC.AA. más fuertes económicamente hablando de toda España, y sus exportaciones suponen un 36%  del total de las exportaciones españolas. Es la segunda Comunidad Autónoma con mayor PIB del Estado, y su población es el 16% del total. Una de las regiones más industrializadas y también la que más turismo recibe. Por todo ello es evidente que la secesión afectaría gravemente a España y más aún en un momento de profunda crisis cómo el actual.
Ahora analicemos cómo afectaría a la economía catalana la secesión:
Cataluña exporta entre el 20 y el 30% de su producción al resto de España, lo que supone el 47% de los beneficios de su industria exportadora. Si se produjese la secesión, aparecería una frontera con los habituales aranceles y restricciones al libre comercio, como sucede con cualquier otro país del mundo. Esto, además de reducir los ingresos y las exportaciones, llevaría a que Cataluña tuviese que buscar nuevos mercados para reducir su dependencia comercial de España, lo que en cualquier caso le podría llevaría varios años (recordemos que media economía mundial está en recesión).

Una vez ratificada la independencia, Cataluña quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea, puesto que no hay ningún tratado de pertenencia a la misma. Tendría que solicitar su ingreso, trámites que por lo menos llevarían dos años aún contando con el beneplácito de España. Porque la incorporación de un nuevo Estado, requiere como requisito indispensable el acuerdo con todos los países miembros, y si España se negase Cataluña no podría entrar.
Quedar fuera de la Unión Europea, además de suponer las mismas restricciones comerciales que con el resto de España (las exportaciones a la UE de Cataluña son más del 63% de su total), implicaría tener una moneda, el euro, que no pueden controlar, puesto que lo hace el BCE. Salirse del euro, sería aún peor a corto y medio plazo para la economía de Catalunya.
Otro asunto de gran importancia es el endeudamiento de Catalunya con los mercados, superior a la media nacional. La deuda catalana ya ha sido calificada por todas las Agencias de Calificación de Riesgo como “deuda basura”, y Cataluña no  puede financiarse en los mercados. Esto quiere decir, que para pagar las nóminas de sus empleados públicos, las pensiones, la sanidad, la educación, etc. necesita que le presten dinero y nadie fuera de España quiere hacerlo. Ni siquiera a un interés muy elevado. Es por esto por lo que el President de la Generalitat ha pedido un rescate a España por valor de más de 5.000 millones de euros. Recordemos que Grecia y Portugal tuvieron que pedir un rescate a la UE por esa misma causa, nadie quería prestarles dinero.
Podemos seguir analizando a qué problemas se tendría que enfrentar la Generalitat, aunque creo que con los expuestos anteriormente son más que suficientes, pero podríamos destacar también los gastos adicionales que tendrían que afrontar los catalanes para dotarse de una estructura de Estado, con unas fuerzas armadas y toda la parafernalia.

En definitiva, creo que se hace evidente que, en este momento, la secesión de Catalunya sería muy perjudicial para el conjunto de España, pero más aún para la propia Cataluña. Los problemas a los que los catalanes se enfrentarían, superarían, creo yo, con creces lo que están padeciendo los griegos.
Los graves problemas que la iniciativa independentista de Artur Mas causarían a los catalanes y a Catalunya como Estado, sumirían al país en una pobreza extrema. Reconozco que no soy precisamente un erudito de la economía, pero lo que arriba he expuesto es cierto y creo que la conclusión es clara. ¿Cómo se podría llamar a gente que por intereses partidistas, personales o sentimentales es capaz de arruinar a su pueblo? En este caso, creo que está más que justificado el calificativo de anticatalanistas de todos aquellos que abogan por la independencia de Cataluña en estos momentos.
Por todo ello cuando veo al President y a los líderes nacionalistas cantar esos versos de “Els Segadors”*, que rezan: “Bon cop de falç” (“Buen golpe de hoz”); no puedo evitar pensar que lo están diciendo muy claro, un buen golpe de hoz es lo que están asestando al pueblo catalán.

*”Els Segadors” es el himno de Catalunya, compuesto en 1892 por Francesc Alió adaptando una antigua canción de la sublevación de Cataluña en 1640 o de la guerra de los catalanes contra el rey Felipe IV, en la cual los campesinos (los segadores) protagonizaron episodios relevantes de la resistencia catalana.




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